El CIJ asiste a la primera sesión de la Mesa de Prevención de Drogodependencias 2017

Instantánea de uno de los momentos de la Mesa de Prevención de Drogodependencias
(Foto: Servicio de Prevención de Drogodepencias del Ayuntamiento de Lepe)

El pasado martes, 17 de enero, se celebró la primera sesión de la Mesa de Prevención de Drogodependencias 2017. El Centro de Información Juvenil del Ayuntamiento de Lepe estaba invitado, así como representantes de los centros educativos de la localidad y sus AMPAs de referencia, Guardia Civil y Policía Local, del Centro de Salud, de algunas asociaciones como CEPAIM, del Servicio de Deportes, del Área de Cultura, del Área de Seguridad Ciudadana, además del Área de Servicios Sociales, Educación y Vía Pública, siendo esta última en la que se ubica el Servicio de Prevención de Drogodependencias.

El objetivo es "favorecer la coordinación de los diferentes agentes sociales del municipio para, conjuntamente, llevar a cabo actuaciones preventivas y simultáneas dirigidas a los diferentes ámbitos , familiar, personal, escolar, de grupos de amigos, de comunidad, etc.." (sic). Otro objetivo al que apunta la Mesa es la elaboración del II Plan Municipal de Drogodependencias de Lepe, a través de un equipo técnico. Siendo una constante, también, "sensibilizar e informar a la población sobre los problemas que se derivan del consumo de drogas y ofrecer alternativas de ocio y tiempo libre saludables". Para ello, técnicos de la Unidad de Prevención Social de la Diputación de Huelva, ofrecieron una introducción aportando datos centrados en el consumo temprano de alcohol en jóvenes.

Siendo los servicios de prevención generales a toda la población, ocurre que saltan las alarmas cuando el consumo y abuso se da en edades muy tempranas. Es lógico que un asunto de salud social ponga el enfoque en los colectivos juveniles ya que, en estas edades en desarrollo, los efectos y las consecuencias aumentan en gravedad. Es por ello que los medios de comunicación ponen de relieve casos, como el de la niña de 12 años que murió por un coma etílico. Sucesos tan dramáticos dejan a nuestra sociedad muy dolida, y nos hacen cuestionar hábitos sociales, analizarlos para ir más allá del hecho, revisarnos a nosotros mismos como personas adultas. Establecer con conocimiento estrategias y acciones que protejan la salud a menores y a la sociedad en general . 

La información sobre unas drogas no es equidistante con otras. Quizás, siendo ambas sustancias adictivas, con el tabaco no se produce el consumo ocasional como sí se presenta con las bebidas. Por ejemplo, el alcohol, que puede llegar a ser tan cancerígeno como el tabaco, no lleva en las botellas etiquetas e imágenes impactantes como las cajetillas de cigarros. 

Desde nuestro Centro de Información Juvenil pudimos expresar algunas cuestiones con la perspectiva de las tres décadas desde nuestra creación. Una de las características de los Servicios de Información Juvenil (SIJs) suelen ser el apoyo constante que realizan a las campañas contra el abuso de alcohol y drogas que desde diferentes instancias se ponen en marcha. De manera pasiva, a través de cartelería y trípticos informativos; y de manera activa, esto es, fabricando sus propios materiales divulgativos; y de una manera más de intervención a través de la Educación Social y la Animación Sociocultural: charlas y talleres en los IES, actividades de ocio en el medio abierto. También exaltamos el trabajo que lleva realizando el Ayuntamiento desde distintas áreas departamentales colaborando entre sí, aunando esfuerzos (Servicios Sociales, Educación, Deportes...).

También trasladamos a la Mesa nuestra total confianza en el profesorado de nuestros centros educativos, en su labor profesional, pues son quienes están día tras día con nuestros/as jóvenes. Hacemos hincapié en esto, pues las acciones puntuales que otros profesionales realizamos tienen escaso impacto, no más allá del divulgativo o de sensibilización.

Cuando analizamos nuestra realidad cercana, la municipal, incluso los técnicos de la  Unidad de Prevención Social nos comentan que nuestra ciudad es "privilegiada" por la cantidad de recursos culturales y de ocio existentes: un teatro, dos bibliotecas, un desarrollado Servicio de Deportes con amplias zonas y en distintas zonas, una escuela hípica, una piscina municipal, un cine, Escuela de Música, Talleres culturales de pintura, fotografía, zonas naturales... Todo esto son considerados factores de protección. Es como si viviéramos en una "pecera" y esta pudiera cubrir muchas necesidades que protegieran a nuestra sociedad de abusar del consumo de sustancias nocivas.

Llegados a este punto, el ocio, en este enfoque, es tratado como un "factor de protección". Sin embargo, es mucho más que eso, pues no podemos definir algo tan solo por uno de sus resultados, digamos que eso sería fijarse en la "importante función terapéutica ante numerosas problemáticas sociales" (1) cuanto más "constituye una alternativa valiosa para el desarrollo personal". Y, ¿no es, acaso, el desarrollo personal el mejor factor de protección? De hecho, el sistema educativo tiene como objetivo fundamental el desarrollo de las competencias para que la persona consiga su pleno crecimiento personal (2) y social. En este sentido, el Ayuntamiento de Lepe lleva con anterioridad al 2014 un proyecto pionero con la finalidad de trabajar la Educación Emocional en el municipio, y como promoción de la salud emocional: Proyecto de Intervención Comunitaria en Educación Emocional "Lepe Siente". En la Mesa de Prevención no faltó resaltar el trabajo educativo con las familias, escuelas de familias en la que se transmitan los valores de prevención y se pueda analizar la realidad para intervenir directamente, pues de lo contrario, cada familia solicializará a su manera.

Lo cierto es que, aunque nuestra ciudad tenga más recursos que otras del entorno, participamos de un contexto sociocultural mucho más amplio. La cultura del vino es muy antigua y está instalada en un sistema que se autorreproduce. Los brindis por cada celebración son actos sociales muy comunes y se perpetúan en el tiempo. No se trata de eliminar ni prohibir, se trata de ser lo suficientemente conscientes como para poner límites al abuso, no al uso. Aún sigue vigente el antiguo binomio de la época romana: ocio versus negocio. De hecho, el ocio gratuito puede ser, en ocasiones, atacado directamente por intereses mercantilistas. Si una determinada masa social está en un lugar de ocio "gratuito" -por decirlo de alguna manera-, no está consumiendo, con lo cual afecta a los negocios. 

Por otro lado, puede haber un cierto peligro, una usurpación del terreno del ocio por lo puramente recreativo en las actividades generadas por establecimientos, cuyo negocio se basa en la venta de alcohol. Las cafeterías, bares y pubs son locales que basan la mayor parte de sus ingresos en la venta de bebidas alcohólicas. Una de las maneras de atraer clientes es utilizando el márqueting organizando directamente actividades, tales como conciertos, talleres, concursos... Otras, más indirectas, esponsorizando las actividades socioculturales o deportivas de otras entidades. Quizás, esta adaptación de los negocios fue la respuesta ante la regulación (que no prohibición) de la publicidad de las bebidas alcohólicas, que en su día afectó también al tabaco. Sin embargo, el tabaco fue desterrado de los locales públicos desde el 2 de enero de 2011. También confiamos en que en estos lugares, por lo menos, no van a venderles estas bebidas a menores de 18 años. No por ello hay que bajar la guardia, ya que corremos el riesgo de asociar todo tipo de ocio con el consumo de alcohol hasta compatibilizarlos.
 
Pero, ¿debemos aumentar la oferta de ocio? ¿En cantidad?¿En diversidad? En este aspecto consideramos muy importante racionalizar los recursos con los que contamos, pues la gratuidad, como tal, no existe. Cualquier actividad implica una inversión, sea monetaria, en personal (laboral o voluntario), y en materiales que, aunque ya los tengamos en nuestro haber, se van deteriorando. De la misma forma en que ya se valora la apuesta fuerte del municipio en materia de cultura, el tiempo va dando paso a nuevas formas de ocio, sean tecnológicas o de actividad físico-deportiva. Por ello, cada lustro suelen hacerse estudios para constatar estas nuevas aficiones. Desde el CIJ se propuso la Encuesta de Ocio Juvenil 2016, que aún puede cumplimentarse en aras de aumentar la participación y así registrar más opiniones. Una vez analizados estos datos podremos dar una respuesta adecuada a la juventud de Lepe.




 (1) Sarrasate Capdevila, M.L.: "El Ocio, espacio de inserción personal y social". http://madridsalud.es/el-ocio-espacio-de-insercion-personal-y-social/
(2) BOE Núm. 240 de 3 de octubre de 2014. Sec. III. Pág. 78828: http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2014-10031



Fuente: Centro de Información Juvenil de Lepe
 

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